Actualmente, los autónomos pueden elegir de forma libre su base de cotización, pero entre un mínimo y un máximo. Sin embargo, con el nuevo sistema de cotización que el Gobierno está negociando, dos tercios de los autónomos tendrán una cuota de la Seguridad Social mensual inferior a la actual, puesto que su base de cotización se establecería en función de los rendimientos obtenidos por sus actividades económicas.
El nuevo modelo se basa en los rendimientos netos, es decir, ingresos menos gastos e impuestos. Se plantean proponer 13 tramos de cotización en base a los rendimientos netos, aunque todavía no se conoce las cuantías de cada tramo. De esta manera, cada autónomo se encuadra en una base de cotización en función de sus ingresos y podría ir cambiando de tramo a lo largo del año para poder ajustarse a lo ganado. De esta manera, al final de cada ejercicio fiscal el autónomo regularizaría la situación en base a lo cotizado.
Según la propuesta, los autónomos tendrían que enviar a la Seguridad Social cada año en noviembre sus rendimientos netos obtenidos y reflejados en las declaraciones tributarias. Así la Tesorería General de la Seguridad Social compararía las bases de cotización provisionales y pasaría a regular la situación de forma similar a la declaración de la renta. Es decir, si hubieran cotizado más que sus ingresos finales la Seguridad Social les devolvería el exceso, mientras que si hubiesen cotizado menos entonces tendrían que abonar la diferencia.